lunes, 9 de noviembre de 2015

Una historia...........

EL SENTIDO DE LA VIDA

Lo que mas me gustaría es tener un arbolito, quizás un manzano. Puede que parezca poca cosa, si no fuera porque hace más de trescientos años que no hay un solo árbol en la Tierra. 

Me llamo Dev, tengo doce años y soy huérfana. Mis padres murieron cuando yo tenía diez años, debido a la sexta peste voladora.

En al año 2500, debido al calentamiento global, la Gran Inundación hizo desaparecer la mayor parte de los continentes. Los siguientes años, hasta el 2700, sufrimos el Gran Calor. En ese tiempo la temperatura más baja registrada fue de 29º centígrados en pleno invierno. Los mosquitos se hicieron con el planeta y comenzaron a transmitir enfermedades desconocidas hasta entonces. La primera peste acabó con más de la mitad de la población mundial. Cuando murieron mis padres, con la sexta peste, ya quedábamos pocos.

Los supervivientes evolucionamos y comenzaron a aparecernos grietas en el cuello que se convirtieron en branquias. Eso nos sirvió para poder respirar tanto en el aire como en el agua.


Construimos ciudades submarinas por la escasez de terrenos. Eran como pompas de jabón en medio de la inmensidad acuosa con entradas y salidas tanto terrestres como sumergidas en el mar.

Cuando cumplí los once años decidí que estaba harta de vivir prisionera. Vendí mi casa y con el dinero me compré un blubie. Por si no lo sabéis, un blubie es un vehículo que funciona con energía luminoacuosa y que sirve para ir por aire, agua, tierra y, debidamente propulsado, por el espacio. 

Comencé a viajar y a comerciar con los pocos supervivientes que quedaban libres como yo y que me iba encontrando.

Escaseaban las provisiones y me dirigí al noroeste cuando comenzó a caer esa fina lluvia radioactiva tan dañina. Según avanzaba la tarde, la lluvia amenazaba con convertirse en una gran tormenta. 
Divisé un islotede hormigón y acero y me dirigí hacia allí para guarecerme. Atraqué el blubie y me dispuse a pasar allí la noche.

Una vez en el islote me di cuenta de que era una construcción de los Antiguos.

Los antiguos me apasionan.

Comprobé que fuera seguro conectar la toma eléctrica y que no estuviera demasiado vieja y me dispuse a estudiar su tecnología, si es que a eso se le puede llamar tecnología.....
La pantalla se iluminó y comencé a rebuscar entre los archivos porque, muchas veces, descubres cosas muy interesantes que te pueden servir para sobrevivir.

De repente, encontré un archivo que me llamó la atención: "el sentido de la vida.docx"

¿El sentido de la vida? En el año 2831 la vida no tiene más sentido que intentar sobrevivir cada día. Así que comprenderéis por qué me llamó la atención.

Abrí el archivo y lo único que encontré fue un punto rojo parpadeante, que supuse señalaba mi posición actual, y una gran aspa roja en algún lugar del actual océano de Suek, creo que antiguamente llamado Suecia.


Decidí copiar el mapa en la memoria de mi implante ocular.


Estaba cansada así que programé mi sueño para despertarme nueve horas después. Luego, me desconecté para no darle más vueltas al asunto hasta el día siguiente.

Por la mañana decidí seguir la trayectoria que marcaba el mapa y con mi implante ocular calculé la dirección y el tiempo que duraría el viaje.

Tras diez días llegué a mi destino. Imanté mi blubie al núcleo terrestre y me dispuse a estudiar el lugar.

No había más que agua a mi alrededor para variar.

Decidí sumergirme así que llené mi taquilla espacio-temporal con todo lo necesario para el descenso al fondo y me lancé al agua después de ponerme mi TPE ( traje de protección contra enfermedades) ya que el agua todavía está contaminada y llena de larvas de mosquitos.

Me sumergí esperando encontrar algo maravilloso. El sentido de la vida no podía ser mas que un gran tesoro que cambiara la vida a quien lo encontrara.

Buceé en la oscuridad y gracias a mi visión adaptada comencé a ver antiguos grabados en láminas de metal gigantes. 

Quién sabe qué poderoso dios antiguo sería Cocacola. 



No veía ningún gran tesoro aunque mi implante me señalaba mi destino a menos de cincuenta metros.
De repente lo vi, una gran bóveda aislada del resto de las construcciones. ¡Tenía que ser aquello!

Intenté entrar en la bóveda pero estaba sellada. Decidí rodearla para ver si encontraba alguna entrada. Algo importante había allí, los Antiguos se habían tomado muchas molestias para protegerla. Normalmente entrar en una construcción antigua no llevaba gran trabajo.

Decidí volver al día siguiente con un desintegrador molecular para transportarme dentro sin tener que forzar la entrada. 

A la mañana siguiente volví a la bóveda y conseguí entrar sin muchos problemas.


Estaba todo oscuro, lleno de polvo, olía a cerrado y me asustó el silencio.

Saqué una cápsula de luz de mi taquilla espacio-temporal y avancé hasta una sala llena de máquinas de memoria e interruptores.

Los pulsé todos iluminándose la bóveda y comenzando a funcionar los viejos ventiladores.

Seguí avanzando hasta encontrarme con una sala llena de estanterías con cada nivel lleno de pequeñas cajas luminosas.

Fuí comprobando las más cercanas: oryza sativa, canis lupus, citrus limon, manilkara huberi, elephantidae.....

Me quedé impresionada, no podía creer lo que veía. Había millones de cajas, cada una con un ADN distinto.

Allí también estaba mi sueño, un manzano.

No había ningún gran tesoro pero si la esperanza de volver a repoblar el planeta.

Ahora solo me faltaba encontrar más gente que quisiera ayudarme a lograrlo.

Me llamo Dev y mi mayor deseo es tener un arbolito, quizás un manzano...... Ahora se que se puede hacer realidad.








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